La nueva competencia para los proveedores bancarios tradicionales (bancos, cooperativas de crédito y asociaciones de ahorro y préstamo) proviene en gran medida -aunque no exclusivamente- de nuevos servicios surgidos on-line . Estos sectores se han desarrollado hasta un punto en el que pueden proporcionar características y servicios similares a los de los bancos tradicionales, al mismo tiempo que tienen costes generales más bajos. Esto ejerce presión sobre los proveedores tradicionales, que están viendo un mayor número de clientes que cambian a cuentas en línea / móviles.
El caso es que, excepto algunos actos puntuales para adaptarse a la nueva situación, el cliente aún no nota ningún movimiento por parte de la banca tradicional para neutralizar esta competencia. Lejos de eso, los costes que se repercuten a los clientes siguen siendo altos.
En este primer post, vamos a ver primero algunos conceptos básicos que espero te ayuden a entender cómo funciona este mundo relativamente nuevo del dinero electrónico y algunos competidores de labanca tradicional.
La licencia de dinero electrónico (EDE)
Te preguntarás… ¿Cómo han podido salir estos competidores como setas?.
La clave principal, entre otras, está en la licencia EDE (licencia de dinero electrónico). Sin ella, los neobancos y otras fintech no podrían operar. Aquí es el Banco de España quien otorga esas licencias tras varios pasos previos.
Esta licencia permite a las entidades autorizadas a emitir dinero electrónico, o sea, dinero guardado en cualquier medio electrónico (valga la redundancia) o magnético, como una tarjeta, un chip… Por cierto que, para que ese dinero electrónico sea válido, debe haber sido reconocido como medio de pago por terceras empresas, debe poderse transferir entre usuarios y convertir de nuevo a dinero en efectivo.
Esta licencia EDE no es en absoluto similar a la bancaria, ya que se considera que sus apuntes son únicamente para ejecutar movimientos de pago, y por tanto, sus actividades son muy limitadas. Hablamos por ejemplo de no poder captar depósitos, devengar intereses en cuenta etc. PayPal sería un ejemplo.
Pueden por tanto emitir tarjetas, crear cuentas para los apuntes, prestar servicios de pago (recibir/emitir recibos, recibir/emitir transferencias), conceder créditos para ejecutar órdenes de pago con un plazo de amortización igual o inferior a un año…
Sin embargo, hay que recalcar que las entidades con EDE no están adscritas (a día que escribo esto) a ningún fondo de garantía de depósitos, aunque cuentan obligatoriamente con ciertas medidas de seguridad.
Challenger Banks
Son aquellas entidades que consiguen la licencia bancaria, habiendo operado con una EDE primero.
CrowdFunding
Las plataformas de obtención de crédito participativas llamadas crowdfunding con sus distintos tipos (crowdlending, p2p etc) necesitan otro tipo de licencia diferente y específica para su función, junto con sus propias obligaciones y límites.
Es la licencia de Plataforma de Financiación Participativa (PFP).
Aquí tienes un listado de las plataformas de crowdfunding con licencia en España.
Vamos a ver parte de la nueva competencia de la banca tradicional y algunos intentos de ésta por adptarse a los nuevos hábitos de sus clientes.
Neobancos:
Los neobancos son una nueva generación de bancos que utilizan tecnología digital y métodos modernos e innovadores para ofrecer tarifas competitivas y servicios complementarios, cuando no gratuitos.
La experiencia del cliente es totalmente on-line (pj la apertura de cuenta, normalmente desde su web o con una app).
Sin embargo, como hemos visto al repasar algunas licencias, no todos pueden dar cualquier servicio bancario.
FAANG:
Las FAANG son las 5 grandes empresas tencnológicas que, entre otras muchas cosas, tienen potencial para ir robando parte del pastel a la banca tradicional. Hablamos de Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google.
Dejando más de lado Netflix, ya tienes a tu disposición Google Pay, Amazon ya opera con préstamos en México etc.
En algunos artículos se dice que esta es la competencia que más daño haría a la banca tradicional. Yo no lo sé, pero tampoco me extraña:
tienen lo que no tienen ni los bancos ni los neobancos: usuarios -y datos-, atención diaria, y ventaja teconológica.
Desde que Facebook integró «grupos» en su red social, la gente ya hacía intercambio de productos o ventas de segunda mano en ellos. Después integró las tiendas, un tipo de páginas en el que los comercios pueden subir su catálogo con precios y blah blah. Actualmente no se puede hacer el pago en Facebook: de Facebook -o Instagram o Whatsapp, que te recuerdo que son de Facebook- el interesado debe ser conducido a la tienda del propietario en Internet a hacer el pago vía PayPal, transferencia o como sea.
No parece que vaya a tardar mucho en poder hacerse casi cualquier operación -al menos de pago- dentro de la red social.
Si bien es cierto que Facebook, Instagram y Whatsapp no son tiendas en sí mismas, cuentan con millones de usuarios a nivel mundial, una visibilidad absolutamente loca, un sistema de anuncios, gente deseando vender y hacer contenido para ello y… Dos cosas más. 1 -Cuentan con nuestro «capricho» (lo veo, lo quiero inmediatamente aunque no lo vaya buscando) 2 – Iba a escribir que tienen nuestra confianza, pero vamos a dejarlo ahí y que cada uno opine lo que quiera. El caso es que, como poco, tienen nuestra atención.
Por el modelo de negocio de Amazon en cuanto a su vertiente de comercio on-line, tampoco parece extraño que empiece a poner esfuerzos en hacer tus compras todavía más fáciles ofreciendo financiación, sin ir más lejos. Y su ventaja, parecida a la de Facebook, Google etc es que nos tienen ya usando sus servicios –entramos a Amazon con la intención manifiesta de comprar– y con nuestros datos bien pilladitos para que nos sea más fácil operar con sus nuevos servicios de pago.
Me parece un ejemplo especialmente llamativo, ya que Amazon Web Services -la parte de Amazon estrictamente tecnológica- alardea en su web de cómo sus servicios AWS pueden ayudar a las empresas bancarias. Vamos, que me parece que Amazon planea sacarle el negocio de crédito a bancos y neobancos, y sacarles también el dinero ofreciéndoles infraestructuras en la nube para lo que les quede del negocio tradicional. Hay que aplaudirles, por espabilados, aunque no les quieras.
En el próximo post, te detallaré otros competidores de la banca tradicional y espero enseñarte cuál es su negocio y cómo funcionan.