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Ana C. Covaleda

La importancia de llamarse Ana

· Lo bueno abunda ·

8 diciembre, 2017 14 Comments

Vaya morro tengo, ¿no?

Bueno, morro o no, déjame que te cuente una historia y verás dónde quiero llegar a parar.

Mi madre es la primera marketera de la familia. Quizá la segunda después de mi abuelo, pero esa es otra historia.
Como decía, mi madre es la primera marketera de la familia. Pero nada oficial, ya sabes. De esa gente que sabe comunicar y vender de natural. Que te lleva al huerto y no te enteras. Fue la que me consiguió mi primera entrevista para el banco. ¡A mí, que vengo «de letras»!. Menudo recital soltó para que cogieran mi CV…

El caso es que un día, hace años, estábamos hablando de nombres. «Qué vulgar el mío», le dije, «hay miles que se llaman Ana como yo, ya te vale». Ella con toda su paciencia me contó que, según cierta tradición familiar no escrita, me tendría que haber llamado María Elena o Elena. Pero no le apetecía, porque en la familia ya hay unas cuantas Elenas. Ella misma, por ejemplo. En cambio, prefirió un nombre corto. Tenía en la cabeza Ana, o Eva. Y Ana le pareció más suave al oído. En conclusión me dijo que ella había hecho su parte, o sea, elegir un nombre mono y fácil de recordar. Lo de que los demás realmente se acordaran de mí, ya tendría que correr de mi cuenta.
Yo, jovencísima y descreída por aquella época, sólo levanté una ceja y puse los ojos en blanco.

COSAS DE MADRE

Te habrás imaginado que te hablo de eso tan manido ahora que es la «marca personal». Marketing personal, que me dijo años después un jefe. «Personal Branding», si eres de los modernos. Lo que tú veas.
Por supuesto, cuando me di cuenta de la importancia del asunto fue en el momento en que me lo nombró mi jefe. Cuando mi madre me lo soltó tan visionariamente años antes, supongo que pensé que eran «cosas de madre».

Creo que ahora tiene un nombre tan molón como «personal branding» porque el término «reputación» de toda la vida no es sólo que suene mal, sino que nos da como cierto tufillo a pasado de moda, a apolillado. Y nadie quiere ser un apolillado. Alguien con aires «vintage», quizá.
¿Y qué me dices del respeto que desprende la reputación?. ¡Que hasta se te llena la boca de decirlo! Dilo, dilo, que no te oye nadie: RE-PU-TA-CIÓN. Y es que no parece lo mismo desarrollar tu «personal branding», que cuidar tu reputación. Lo primero parece dinámico, divertido: puedes ser lo que quieras siendo lo que eres. Eso te venden. Pero lo segundo… Más te vale ser de las buenas, amiga. Así, de nacimiento. Excepcional e impoluta. Siempre tiesa como una vela.

marketingpersonal

LA MAGIA DEL EQUILIBRIO

Mira, tienes el ejemplo muy claro en las empresas. A algún cliente le vigilo la reputación on-line, y le llevo las redes (la voz de la marca en las redes sociales). ¿Crees que alguna de las dos tiene más responsabilidad que la otra, que una es menos importante que la otra?. La diferencia estriva en que una es la voz de las marcas: cómo piensan, sus valores, sus puntos fuertes, el orgullo por sus productos, sus empleados y sus clientes. Es lo que quieren transmitir, cómo se ven y cómo trabajan. Y la otra lo que los demás piensan de ellas. Las etiquetas que les han puesto, y que además se emiten, la mayoría, en público.

Esa dicotomía la puedes usar en tu marca personal, o en tu marca comercial. Con tu nombre pasa exactamente lo mismo.

La marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás delante

O eso dice Jeff Bezzos. O eso dicen que dice Jeff Bezos, porque todavía no he podido validar la cita. Pero lo importante es el fondo. La marca personal es lo que dicen de ti.

Ese fondo es básico en los negocios. Y no te equivoques, porque ya sea con tu marca personal, con tu nombre o con una empresa, business is business. Sigue siendo negocio a mayor o menor escala. Tu nombre te da de comer. La diferencia está en que ahora con tu marca personal está de moda darte licencias, abogar por causas, exponer opiniones etc. Yo apoyo esa moción, pero hay una línea muy fina que tienes que pensarte muy bien si cruzar entre lo personal y lo profesional, y qué marketing le haces. Si te compensa.

La transformación exitosa de una marca personal o un triste nombre en algo para para contratar reside, a mi juicio, en el equilibrio. Equilibrar, alinear lo que eres, con lo que quieres que los demás entiendan que eres. Y lo que sabes hacer y cómo lo haces, con lo que necesitan.

Todo lo demás que se haga es marketing para que te recuerden, que te saldrá natural o has de planificar, siempre midiendo las consecuencias.

SIN PRESIONES

Esto no sólo se circunscribe a que seas autónoma o empresaria. Cuando eres empleada, es exactamente igual. Tu nombre será el que aparezca para un ascenso o un despido, y lo hará a veces por razones tan importantes como que tu actitud frente a tu trabajo es inspiradora, o tan peregrinas como que vayas a un café informal con compañeros a darte bombo o no.

El nombre se cuida lo justo entre empleados porque la mayoría piensa que pasar inadvertido les resta problemas.

Pero si eres autónoma o empresaria y a tu nombre sólo reacciona tu madre, estás muerta.

Por supuesto cuando construyes tu marca estás haciendo algo tan personal que nadie lo ha hecho antes, así que no estoy yo aquí para darte lecciones ni decirte qué tienes que hacer. Pero tu marca es importante. Tu nombre es importante. Porque con él te identifican: tus acciones, tus palabras, tu actitud, tus logros, tus fallos, rumores sobre ti… Tu nombre te va a procurar parte de lo que te pase en tu vida.

Haz que llamarte como sea que te llames sea importante. Eso depende de ti.

¿No sería AHORA MISMO buen momento para hacer algo con este tema?.

Sin presión 😉

PD:

si quieres algunos libros que yo he seguido, te dejo en mi Pinterest una pequeña lista que iré rellenando con mis favoritos. Mis imprescindibles, Urbrands (en castellano) y GirlBoss (en inglés).

¿Necesitas una ayudita en coaching o para redactar tu CV? Sílvame a ana@castellanoscovaleda.com y hablamos 😉

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AnaCCovaleda

14 Comments

  1. Responder

    Sara

    22 enero, 2018

    Hola que bueno leerte me gustó mucho como escribes y como te expresas, la historia de tu nombre y porque te lo puso tu madre es graciosa » suena más suave a los oidos» jeje tienes mucha razón en lo que dices acerca de nuestro nombre y de nuestra persona lo que nos describe y tal… gracias por compartirlo la.parte que más me gusta y que quizás sea con la que más me identifique es el trozo de sin presiones, bss

    • Responder

      AnaCCovaleda

      24 enero, 2018

      Hola Sara, gracias por tu comentario. Me alegro de que te guste mi forma de escribir, me he pasado por tu blog y me encanta. Un abrazo!

  2. Responder

    Happy Time

    23 enero, 2018

    Holaaa,
    me ha encantado tu post, sobre todo la parte de tu madre explicándote la elección de tu nombre jeje. La marca personal es lo que dicen de ti cuando no estás delante qué razón tiene… Gracias por compartir, también me pasaré por tu pinterest a echar un vistazo. Un saludo!!

  3. Responder

    Loreto

    23 enero, 2018

    Curioso tu artículo, nos haces reflexionar sobre algo que damos por sentado en nuestra vida personal y profesional. También me ha resultado curioso las diferentes formas de llamarlo y como cada una resulta más moderna o no. Personal branding, marca personal o reputación, todo se reduce a lo mismo: qué te identifica frente a los demás. Y lo más importante, qué haces para que te identifiquen.

  4. Responder

    Bella Estilo

    23 enero, 2018

    Hola!!

    No conocía tu blog y me ha encantado. Me identifico contigo en lo de tu nombre y tu madre, yo a la mia cuando era pequeña la acribillé a preguntas también. Cierto que un nombre dice mucho, muchas gracias por tu opiniones y me quedo por aquí conociendo mas de tu blog

    Bss

  5. Responder

    Aymará Samudio

    23 enero, 2018

    Hola Ana! Me ha encantado cómo abordas el tema del «personal branding». No es un tema sencillo de explicar para quien se toma sus interacciones en internet con liviandad. Explicar que absolutamente TODO lo que hagamos tiene una huella en nuestra marca que es nuestro nombre no siempre cae en tierra fértil. Más de una vez he intentado convencer a algún cliente que cuide su muro de facebook con las publicaciónes en modo «público» por ejemplo para que no lo perjudiquen su terrible sentido del humor con potenciales clientes que no son de su círculo de confianza. Tengo la suerte de tener un nombre llamativo y eso me ha servido mucho, pero es cierto que no importa qué nombre se tiene, sino lo que se hace con él. Bien dicho. Un placer y nos estamos siguiendo!

    • Responder

      AnaCCovaleda

      24 enero, 2018

      Hola Aymará, me encanta también tu blog y tu página, coincidimos mucho en algunas visiones sobre marca personal y coaching. Tienes nueva seguidora, ya lo sabes. Sí, a veces los clientes no nos hacen mucho caso en algunas cosas… Es un poco frustrante, pero es lo que hay. Gracias por comentar!

  6. Responder

    Mi meta, tu salud. Carolina

    23 enero, 2018

    ¡Hola!
    No sé si vas a creerme pero es el mejor post que he leído en mi vida sobre el personal branding, palabreja que por cierto no me resulta nada atractiva, hoy que nos hablas de nombres jejeje.
    Tienes toda la razón del mundo. Un nombre puede ser algo efímero, es decir, en el mundo hay millones y millones de nombres, los cuales se repiten todos hasta la saciedad y que sencillamente no pueden significarnos nada, solo de nosotros depende que se recuerde el nuestro y cómo y el porqué.
    Besotes

    • Responder

      AnaCCovaleda

      24 enero, 2018

      Hola Carolina, gracias por pasarte y comentar. Me alegro de que te haya gustado, es mi visión personal del tema y espero que ayude. Intentaré seguir en la línea, un abrazo.

  7. Responder

    Sara Jiménez Pajares

    26 enero, 2018

    Hola Ana la verdad es que me ha gustado tu historia, hace un tiempo estuve debatiendo sobre esto con mi mentor ya que pensé lo mismo sobre mi nombre muy común y además en mi caso son apellidos comunes. Pero es mi esencia y es quien soy y al verdad es que me encanta mi nombre y cada vez que lo mencionan.

    • Responder

      AnaCCovaleda

      26 enero, 2018

      Claro que sí, Sara, nosotros llenamos nuestro nombre de contenido. Un abrazo!

  8. Responder

    Vanesa

    26 enero, 2018

    Hola guapa, yo creo que la curiosidad por saber por qué nos llamamos de una forma y no de otra es algo común a todas nosotras por lo que veo.. la verdad es que te expresas genial y tienes un punto de vista muy salao. De los libros que propones me quedo con Girlboss, le tengo muchas ganas y Risto también me gusta cómo escribe, las cosas como son. Muakss

  9. Responder

    Montse Glezz

    26 enero, 2018

    Me lleno de mucha inspiración leerte, y dar este gran salto y consolidar una marca personal, es algo que con lleva mucho esfuerzo, dedicación, y continuaré esforzándome cada día más y más, tengo que decirte que me encantó como tú madre te explico la elección de tu nombre.

  10. Responder

    María Sánchez Fabián

    29 enero, 2018

    Hola guapa. Me ha encantado leerte, tu historia me ha parecido muy interesante a la vez que graciosa por el tema de las madres. Es cierto que en el momento que nos dicen una cosa ponemos los ojos en blanco y no las creemos pero después cuando ocurre lo que nos dijeron siempre decimos «que sabias son las madres». Besos.

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